El excéntrico creador de un complejo de caprichosas construcciones en el Desierto de Mojave conocido como Phonehenge West fue encarcelado ayer. Por no obedecer una orden de cortar la electricidad y mantener a los huéspedes fuera de las estructuras ilegales.
Daviann Mitchell, juez del Tribunal Superior del Condado Los Ángeles postergó la condena de Kim Fahey por violaciones al código, pero ordenó que permaneciera detenido con una fianza de 75,000 dólares por desobedecer una orden anterior.
Mitchell dijo que la "descarada negativa" al pedido de demoler las estructuras y desconectar la electricidad colocaba a su familia, a la comunidad y a los trabajadores que responden a emergencias en una situación de riesgo debido a que las construcciones constituyen un riesgo de incendio importante. El juez había permitido a Fahey que permaneciera en libertad mientras la sentencia estuviera pendiente con la condición de que cumpliera la orden.
"No quise poner al Sr. Fahey bajo arresto. Quise trabajar con el Sr. Fahey. Le di una oportunidad", dijo Mitchell. "No creo que haya tomado en serio lo de riesgo público. Eligió no hacer nada".
El caso se convirtió en una especie de causa célebre de lucha contra el sistema, con más de 29,000 fans en una página de Facebook "Salven a Phonehenge West".
"Fahey es como Simon Rodia, que construyó las Torres Watts. Es arte popular", dijo Bill Guild, que formó parte de un grupo de seguidores que fue al tribunal ayer, refiriéndose al constructor italiano de las famosas torres construidas con materiales de desecho en Los Ángeles Sur. "Me parece un castigo demasiado grande".
Fahey, usando overol y el cabello largo y blanco sujeto en una cola de caballo, dijo al tribunal que no ha tenido suficiente tiempo para derribar las construcciones después de su condena el mes pasado por una docena de infracciones menores al código de construcción.
El técnico de una compañía telefónica, jubilado, de 59 años, dijo que quitó unas 70 puertas y ventanas de una de las estructuras ilegales, una torre de 70 pies de altura, pero señaló que no tiene una grúa para derribar todo el edificio.
Agregó que no es electricista y que no sabe cómo desconectar la electricidad.
Se pidió a las personas que viven en tres de los edificios que lo abandonen como ordenó el juez, dijo, pero "vuelven cuando estoy durmiendo". ¿Qué puedo hacer? No tienen adónde ir".
Cuestionó la afirmación del juez de que las estructuras que construyó solo, y que están hechas principalmente con materiales de desecho, constituyen un riesgo de incendio.
"He vivido allí durante 30 años, y nunca he tenido ni siquiera un incendio de barbacoa", dijo antes de que los agentes del Sheriff lo condujeran a una celda de la cárcel.
La sentencia de Fahey por las violaciones al código de construcción fue reprogramada para el 22 de julio. Podría enfrentarse a varios años en prisión, a menos que retire las construcciones. El juez dijo que puede volver a construir las estructuras, siempre que obtenga los permisos adecuados.
Si cumple con la orden del juez, no debería recibir más de una multa y servicio comunitario, dijo su abogado Jerry Lennon.
Pat Fahey, esposa de Fahey, dijo que su esposo tienen planes de apelar las condenas. Si la apelación no tiene éxito, las autoridades del condado tienen autoridad para derribar Phonehenge. Dijo que la familia preveía que Fahey podría ser encarcelado.
"Es muy difícil estar animados", dijo. "Pero hemos tenido un apoyo maravilloso de la comunidad".
Patrick David Campbell, fiscal adjunto del distrito, desestimó tres infracciones sobre las que el jurado no logró alcanzar una decisión el mes pasado.
Fahey comenzó la construcción del poblado hace 25 años en su propiedad de poco mas de media hectárea en los áridos terrenos cubiertos por matorrales al norte del Condado Los Ángeles, cuando necesitó más espacio para sus 10 hijos.
Entre las 13 estructuras hay una réplica de una casa vikinga del siglo XVI, que construyó para una de sus hijas, y una casa rodante remodelada para parecerse a un antiguo tranvía.
La estructura central es una torre de 70 pies de altura con ventanas con vitrales y una vista espectacular de las Montañas San Gabriel.
Ninguna de las estructuras tiene permisos de construcción, y las autoridades básicamente ignoraron la construcción ilegal hasta hace cinco años, cuando comenzaron a ejercer presión.
Noah Fahey, el hijo de 26 años del matrimonio, que vive en la propiedad, dijo que él y sus hermanos planean conseguir el dinero para la fianza de su padre.
"Quiere enfrentar esto", dijo Noah Fahey. "Es muy triste".
