Kurt Cobain moría de un disparo en la cabeza el 5 de abril de 1994 en la parte trasera de la residencia que compartía con la controvertida y poco querida Courtney Love, también rockera.
Así, de manera abrupta y trágica terminaba la vida de un músico de rostro angelical y voz cascada, líder del grupo de grunge, Nirvana, en el momento de mayor apogeo de la banda. El cuerpo fue encontrado el 8 de abril por Gary Smith, empleado de una empresa de electricidad.
De acuerdo a su testimonio, debido a que nadie contestaba a sus llamados, decidió entrar a la vivienda por la parte trasera, encontrando allí el cuerpo del músico.
La autopsia reveló que la muerte había ocurrido 72 horas antes. Al lado del cuerpo se encontraba una escopeta con la que se habría disparado y una carta dirigida a sus fans, aunque algunos sostienen que era para su hija.
Las dudas
A pesar de todos los indicios de que podría tratarse de un suicidio, muchos conocidos del cantante salieron al cruce de tal teoría y plantearon un posible asesinato, haciendo responsable Courtney Love, cantante de la banda grunge Hole con la que el occiso compartía una vida complicada, en medio del exceso del alcohol y las drogas.
En la autopsia también se determinó que tenía un alto contenido de heroína en sangre, lo que llevó a los especialistas de la época a afirmar que Cobain, nunca podría haber manipulado un arma en ese estado. Sin embargo nada se pudo probar por las desprolijidades de la investigación policial que se apresuró a certificar el suicidio.
No se determinó si el arma tenía sus huellas ni si la carta era auténtica. A esto se sumó la urgencia con que Courtney, su mujer, hizo cremar el cuerpo.
Fuente eltribuno.info
