Las japonesas parecen haber descubierto un tratamiento mágico, menos invasivo, para retroceder el reloj y mantenerse jóvenes: bañarse en serrín fermentado.
Muchos expertos en belleza de la Tierra del Sol Naciente lo juran. Aparentemente, estar cubierta sólo 15 o 20 minutos con serrín de cedro o cipreses mejora la circulación, limpia la piel y te ayuda a superar los dolores musculares, entre otras cosas. Las enzimas provenientes del fermento vegetal que se halla dentro del serrín calientan el cuerpo hasta una temperatura que supera los 40 grados centígrados.
Se dice que el proceso activa los órganos internos, optimizando así el metabolismo, mejora la inmunidad y la circulación. También estimula la transpiración sin obstruir los poros y te quita la seborrea y la suciedad de la piel.
¿Habrá que animarse a probar este tratamiento?
Fuente: smolive.com