Una joven colocó en su casa una cinta de plástico transparente a guisa de barrera con la que pretendía burlarse de su gato, frenando en seco su carrera.
Sin embargo, el animal atravesó la cinta y salió vencedor de la encerrona, mientras la joven resbala y acaba tendida en el suelo, llamando a su mascota entre gritos y risas.