Kristy Lewis una madre de Nueva Zelanda y artista del body painting tiene una obsesión casi fanática con el arte, usa a sus hijas como lienzo. Su hija Kira de 7 años de edad y McGrady de 5 años, se sientan obedientemente durante más de dos horas.
Para mantener la misma postura y poder combertirse en los personajes que les pasa por la imaginacion de su madre. El resultado es impresionante.