La amistad entre un gran danés y un ciervo huérfano ha sido inspiración para la creación del libro para niños, Kate & Pippin: Una insólita historia de amor. La historia cuenta como Isobel Springett, un fotógrafa de la isla de Vancouver (Canadá), encontró a un ciervo abandonado en el año 2008 y se lo llevó a su casa.
El cervatillo fue bautizado con el nombre de Pippin y de una manera asombrosa, la mujer pudo ver como Kate empezó a cuidar y a hacer de madre del cervatillo. El dúo se convirtió en inseparable, en todo este tiempo la señora Springett pudo tomar una serie de preciosas imágenes de el día a día de la tierna pareja. “Hemos visto al pequeño cervatillo vagando cerca de nuestra casa, en busca de su madre y el llanto era difícil de ignorar”. “Nos lo llevamos a casa y nuestro perro Kate estaba en su cama, así que pusimos al cervatillo a su lado para que le diera calor”.
Desde que Pippin era muy pequeño les encanta jugar juntos y con el paso de los años siguen jugando con la misma ternura. Siguen siendo los mejores amigos. A pesar de todo, la adopción del animal ha sido muy criticada por otra gente.
El biólogo Jeff Morgan, que ha estudiado la vida de los ciervos de la isla de Vancouver, dijo que era ilegal coger animales silvestres.
En el caso de los ciervos, muy a menudo las madres dejan a los cervatillos sólos en el bosque por periodos prolongados de tiempo. “La gente ve esto y lo confunden con un caso de abandono”. “Con buenas intenciones, ellos tomarán ese cervatillo, pero, sin darse cuenta, están sacando a ese cervatillo de su entorno natural y de su madre”, explicaba Morgan.
La señora Springett comentó que el ciervo estaba muerto de hambre y esperó tres días para intervenir.
En el libro para niños que se ha publicado, las primeras líneas empiezan describiendo el momento en el que el ciervo fue encontrado: “El cervatillo estaba quieto y en silencio. “Estaba sólo y con miedo mientras esperaba que su madre volviera”.
Fuente: schnauzi.com