Robots autónomos autorreplicantes podrían ser la solución para explorar el universo, encontrar e identificar vida extraterrestre, y también para limpiar nuestra órbita de desechos, de acuerdo con un ingeniero de la Universidad Penn State.
Con ocasión del medio siglo de búsqueda activa de inteligencia extraterrestre.
"La premisa básica es que la exploración espacial humana debe ser altamente eficiente, rentable y autónoma, pero la colocación de seres humanos más allá de la órbita baja de la Tierra está llena de dificultades políticas, económicas y técnicas", afirma John D. Mathews, profesor de Ingeniería Eléctrica en un artículo publicado en el último número de la Revista de la Sociedad Interplanetaria Británica.
Si los extraterrestres están ahí fuera, tienen los mismos problemas que nosotros, necesitan conservar sus recursos y se ven limitados por las leyes de la física, pueden no estar dispuestos a reunirse con nosotros, según Mathews.
Él sugiere que "sólo mediante el desarrollo y la implementación de una nave espacial robótica autorreplicante, y el consiguiente sistema mejorado de comunicaciones, la raza humana podría, de manera eficiente, explorar incluso el cinturón de asteroides, dejar atrás las vastas extensiones del Cinturón de Kuiper, la Nube de Oort, e ir más allá."
Mathews supone que cualquier extraterrestre tendría que seguir un camino similar en las estrellas, consistente en el envío de los robots en lugar de los seres vivos. "Si ellos son como nosotros, también tendrán un gobierno disfuncional y todos los demás problemas que nos aquejan", dijo Mathews. "Ellos no quieren gastar mucho para comunicarse con nosotros."
Para minimizar el coste, sugiere que los primeros robots se fabriquen en la luna para aprovechar los recursos y la menor gravedad. Señala que tenemos la tecnología para crear estos exobots ahora, a excepción de una fuente de alimentación compacta.
Para crear una red de robots autónomos, capaces de pasar información a los demás y volver a la tierra, los vehículos deben ser capaces de identificar su ubicación exacta y determinar el tiempo. Con estos dos bits de conocimiento, deben ser capaces de determinar donde están el resto de robots y dirigirlos con un rayo láser infrarrojo para transmitirles datos.
Europapress