La rebaja de dos escalones de la calificación crediticia de España que ha anunciado esta noche la agencia Moody's aumenta la presión sobre
Europa para tratar de encontrar una vía hacia la recuperación de la crisis de deuda en la que están inmersos algunos países de la región.
"Desde que se colocó las calificaciones de España bajo revisión a finales de julio, no se ha presentado ninguna solución creíble a la actual crisis de deuda soberana de la zona euro y en cualquier caso llevará tiempo que se recupere totalmente la confianza en la cohesión política y las perspectivas de crecimiento de la región", aseguró la agencia en un informe.
"Si la zona euro no puede decidir una forma para lidiar con la situación, los rendimientos españoles continuarán subiendo, y van a tener problemas para financiarse", ha asegurado Jessica Hoversen, analista de MF Global en Nueva York.
El nuevo golpe propinado por Moody's a España coincidía en el tiempo con un rumor recogido por el diario 'The Guardian' que asegura que Francia y Alemania podrían haber llegado a un acuerdo para ampliar a dos billones de euros el Fondo de Estabilidad Financiera Europea. El pacto casi multiplicaría por cinco el volumen de este mecanismo, actualmente dotado con 440.000 millones de euros.
La noticia hacía repuntar minutos después la Bolsa de Nueva York, que cerraba con una fuerte subida al cierre de la sesión. El índice Dow Jones subió un 1,58%, hasta los 11.576 puntos, mientras que el índice Standard&Poor's 500 ganó un 2,03%, hasta los 1.225 puntos.
Nuevas medidas sobre la mesa
No es la única decisión que podría afectar en un corto periodo de tiempo al fondo de rescate europeo y a los países que en los últimos meses han sufrido la desconfianza de los mercados hacia sus bonos. Según han confirmado diversas fuentes a la agencia Europa Press, los líderes de la Eurozona se plantean aprobar en la cumbre que celebrarán el 23 de octubre que dicho fondo se utilice para avalar futuras emisiones de deuda de España e Italia.
El objetivo de esta medida es multiplicar la potencia del fondo para proteger a los dos países del contagio de un impago por parte de Grecia.
El refuerzo del fondo de rescate es uno de los tres pilares del plan para resolver la crisis de deuda que se debatirá en el Consejo Europeo, aunque Alemania ya ha dejado claro que no espera que de la reunión salgan soluciones finales. El segundo pilar consiste en encontrar una "solución sostenible" para la república helena.
Los líderes europeos también deberán decidir sobre el plan de recapitalización de los bancos para que puedan resistir a la crisis de deuda. La Autoridad Bancaria Europea (EBA) sopesa exigir a los grandes bancos de la UE un umbral de capital de calidad (tier 1) del 9% frente al 5% de las pruebas de estrés de julio tras evaluar el impacto del deterioro de la deuda griega y del resto de países periféricos en los balances de los bancos.
Las entidades tendrían entre 3 y 6 meses para lograr el capital que les falte, según han explicado fuentes europeas, aunque todavía no se ha cerrado ningún acuerdo sobre estas cuestiones.
Necesidad de un plan integral
La Unión Europea también trabajará durante el próximo fin de semana en concretar los aspectos que compongan un plan integral anticrisis.
Sobre la mesa del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, habrá cinco frentes abiertos: actuar decisivamente con respecto a Grecia; maximizar la eficacia del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y adelantar un año la entrada en vigor del Mecanismo Europeo de Estabilidad; recapitalizar la banca, acelerar las políticas de estabilidad y fomento de crecimiento; y establecer una gobernanza económica más robusta e integrada.
En definitiva, los líderes europeos tendrán que tomar una decisión sobre el desembolso del sexto tramo de la ayuda a Grecia, que asciende a 8.000 millones de euros, y de retocar el acuerdo sobre el segundo rescate, en concreto en lo que se refiere a la participación privada.
Este último documento es clave para que la Eurozona pueda revaluar el paquete del segundo rescate a Grecia, que cifra las ayudas de la UE y el FMI en 109.000 millones de euros y la contribución privada en otros 50.000 millones.
Fuente elmundo.es/
