La biodanza es emprender un viaje interior que te permitirá conectar con tu esencia y devolverte la alegría de vivir. La fusión de la música con el cuerpo y el encuentro con los demás participantes es lo único que necesitas. En Noticias Curiosas te contamos más sobre esta práctica y sus beneficios.
¿Qué es la Biodanza?
Es un sistema de transformación personal creado en la década de 1960 por el antropólogo y psicólogo Rolando Toro. Su deseo era devolver a las personas su capacidad genuina de conectarse consigo mismas, con los demás y con el entorno, recuperando así la alegría.
Para lograr la conexión con uno mismo y con el entorno, la biodanza utiliza una propuesta de movimientos acompañados de música que buscan favorecer una integración armónica de cuerpo, mente y emociones.
La danza junto con el poder de la música, alivia dolores, estrés y emociones. Y es que durante esta meditación en movimiento, el carácter que nos aprisiona en la cotidianidad se diluye, porque el yo más auténtico aflora al jugar, al explorar, al sentirse libre.
Es el mismo objetivo que tienen otras disciplinas, como el yoga, pero la biodanza incluye la experiencia con el otro y con el grupo, lo que pone en juego la afectividad, que permite explorar y ampliar la forma de relacionarse con lo que es diferente, así como descubrir recursos para lograrlo.
Esta experiencia se llama experiencia y conduce a una transformación personal. Sin duda, esta es la mayor herramienta de la biodanza, que favorece ese despertar del “ser” cuando se baila con los ojos cerrados o cuando se acaricia lentamente el aire con las manos, recuperando en un simple gesto la capacidad innata de asombro.
¿Cómo es una sesión de Biodanza?
Una sesión de biodanza dura aproximadamente dos horas, es una práctica ideal para experimentar en espacios al aire libre, rodeados de naturaleza, como por ejemplo casas rurales grandes dónde las personas tengan libertad de espacio, movimiento, y contacto con el sol, el verde, la tranquilidad que nos transmite la naturaleza.
Al comenzar, durante la primera media hora, cada persona describe su experiencia durante la última sesión. Este será el único momento en el que el lenguaje tome el protagonismo porque, en la hora y media restante, el cuerpo, la música, el movimiento, las sensaciones y el corazón serán los encargados de tomar la palabra a través de las distintas consignas que ofrezca el facilitador.
Un facilitador guía la sesión. Se trata de 12 o 14 propuestas de movimiento que consisten en palabras, demostraciones y un vínculo existencial que te permite conectar con la vida. Este proceso de apertura gradual de las puertas interiores lleva a la persona a expresar su singularidad.
Comienza bailando solo y termina en grupo. Lo más habitual es que la persona empiece la sesión bailando sola, y luego lo haga con la otra; luego en un pequeño grupo y finalmente con todo el grupo. Así es como el yo, el tú y todo el trabajo. Y para cada uno de los participantes, el ‘todo’ tendrá un significado diferente: dios, universo, vida.
Beneficios para la salud
Activa las neuronas espejo. La Biodanza se aplica en personas enfermas, en sillas de ruedas y también en niños, como educación emocional, porque favorece la empatía gracias a su capacidad de activar neuronas espejo que llevan a sentir y hacer lo mismo que el otro. No se requiere saber bailar.
Un método de relajación total contra el estrés. Trabaja desde el placer, despierta la creatividad, mejora la autoestima y ayuda a desarrollar la asertividad en las relaciones interpersonales. Además, es un buen antídoto contra el estrés, ya que cada sesión favorece el reequilibrio del sistema nervioso: con música intensa se activa el sistema simpático y las descargas de adrenalina, mientras que con música más lenta se activa el sistema parasimpático y la secreción de acetilcolina, que conduce a la relajación.
