La liberación de la mujer y la Ucrania profunda son conceptos antagónicos, y el ejemplo de Katya Koren lo pone de manifiesto. Esta joven de 19 años ha fallecido lapidada por presentarse a un concurso de belleza.
Aristóteles afirmaba que la virtud se aleja de los extremismos y en el caso de la religión, su juicio no puede ser más acertado. Cualquier creencia llevada hasta un preocupante radicalismo solo puede crear irrespetuosidad, falta de empatía y violencia hacia el extraño.
El caso de Katya Koren se convierte en un arquetipo. Esta joven de 19 años ha muerto a manos de sus vecinos tras presentarse a un concurso de belleza. Esta 'falta de respeto' hacia su comunidad musulmana ha sido la gota que ha terminado por desbordar el vaso, pero la joven ya estaba marcada dentro de su pequeña localidad.
Los amigos de la joven afirmaban que su preocupación excesiva por la moda y su actitud la convertían en una chica demasiado moderna y parecía que el suceso estaba predestinado a transformarse en realidad. La policía ha abierto una investigación y los primeros sospechosos son tres jóvenes musulmanes que pedían la muerte de la chica por incumplir la sharia. Uno de ellos, de 16 años, que ya ha sido arrestado, acusó a Katya de no ser una buena musulmana, además de admitir que no se arrepiente de su muerte.
