En 1957, el gobierno de los Estados Unidos hizo explotar una bomba atómica a 10,000 pies de altura (unos 3 kilómetros de altura) sobre 5 hombres que al menos no murieron por la explosión pero de quienes se desconoce el destino.
La bomba, relativamente pequeña (2 kilotones) fue hecha estallar como parte de una estrategia para calmar a la ciudadanía sobre los riesgos de un ataque nuclear.
No se sabe si el video ayudó, pero con el tiempo la gente dejó de construir refugios subterráneos y de comprar máscaras antigases, además de almacenar comida, agua y otros elementos de primera necesidad.
Fuente tecnoculto.com
