Izquierda Unida aspira a aglutinar en las urnas a buena parte del descontento ciudadano con las reformas del Gobierno. El coordinador federal de la coalición, Cayo Lara.
Justifica las protestas en la calle y advierte de que esa es la única forma de contrarrestar la dureza de las medidas adoptada por el PP. No obstante, confía en que el 25-M comience el giro a la izquierda desde Asturias.
-¿La reforma laboral pasa un examen el próximo 25 de marzo?
-La reforma laboral del PP es la continuidad de los injustos planes impulsados antes por el PSOE. Si somos capaces de hacer ver a la gente el daño que han hecho las decisiones del Gobierno popular y las políticas neoliberales podemos conseguir que la gente haga una especie de stop a la hora de dar su voto al PP.
-¿Qué opciones ve a IU en Asturias?
-Muchas si la gente entiende que la salida a la crisis no está en la derecha. Necesitamos un giro en España que puede empezar en Asturias y Andalucía el 25 de marzo.
-¿Teme a la abstención?
-En Asturias ha habido una irresponsabilidad tremenda tanto por parte de Cascos como del PP por no ser capaces de pactar los presupuestos. Esa irresponsabilidad se la tienen que hacer pagar. Espero que la gente que se quedó en casa o votó al PSOE en las elecciones de mayo apuesten por la izquierda para cambiar estas políticas. En casa no se consigue nada.
-Zapatero justificó la reforma en que no tenía otro remedio. El Gobierno popular sigue esta misma estela. ¿Tiene otra salida España?
-Hoy, sólo con controlar el fraude fiscal y que se hiciera una reforma fiscal progresiva para corregir lo hecho por los gobiernos del PP y PSOE tendríamos resuelto el problema del déficit y el Estado sería la locomotora de la economía.
-¿Tiene IU la fórmula mágica para crear empleo?
-Mágico no hay nada. Lo que tenemos es un plan de empleo que hemos presentado en el Parlamento y que ha echado para atrás el PP. Planteamos crear 2,8 millones de puestos de trabajo con 40.000 millones de inversión en dos años. La inversión genera empleo.
-¿Es eso compatible con un déficit disparado?
-Claro que sí, pero hay que abordar la situación de fondo. Si no se lucha contra el fraude y no se hace una reforma fiscal progresiva no hay recursos en la hacienda pública para abordar políticas de empleo. Llevamos tres años predicando en el desierto con esta idea y no nos ha prestado atención ni el Gobierno del PSOE, ni ahora el popular.
-¿Por qué cree que se han quedado solos en esta batalla?
-Porque PSOE y PP no han querido nunca enfrentarse a las grandes empresas, que son las que están provocando el fraude, que los técnicos de Hacienda estiman en 90.000 millones de euros al año. La prueba son los presupuestos de los últimos dos años, en los que se bajaron las partidas de la Agencia Tributaria en un 5,7 y un 6,1%. No han querido poner más inspección. Mientras esto no se aplique no tendremos recursos para estimular la economía.
-Y cada vez hay más facturas que pagar por los servicios públicos.
-Pero no hay más servicios. Todo lo contrario. Se privatizan, abriendo un nicho de negocio para la CEOE en la sanidad o la educación. La Patronal quiere cargarse 900.000 trabajadores de las administraciones públicas para transformar un derecho en negocio.
-¿Quiere decir usted que los empresarios manejan al Gobierno?
-Son el mayor lobby de presión que tiene el Ejecutivo del PP.
-¿Y cree sinceramente que la solución a los problemas está en las protestas en la calle?
-Sí, porque en el Parlamento la mayoría absoluta ya se la ha dejado Zapatero. No reformó la ley electoral y permitió que hubiera un Gobierno de mayoría absoluta del PP que, por cierto, no tiene mayoría absoluta en la calle. El 44% del voto ha dado 186 diputados. Eso no es un sistema democrático representativo, es un sistema que tiene las cartas marcadas para facilitar unas mayorías determinadas. En la Cámara no cuentan las razones, cuentan los votos. Eso sólo se puede cambiar con la presión en la calle.
-¿No tiene miedo a que se quede en un mero pataleo? ¿Piensa que puede cambiar las cosas?
-Si no hay una respuesta en la calle, el PP entenderá que el pueblo las acepta. Pero si hay una protesta importante, sabrá que no va por el camino correcto. Rajoy fue el primero que habló de huelga general. Saben lo que están haciendo y a quién sirven. Le han hecho un regalo a las empresas para que les cueste una cuarta parte más barato despedir.
-Entiendo por su palabras que justifica la huelga general.
-Si el PP no da marcha atrás, ¿qué camino le queda a la gente? Se cargan la negociación colectiva.
-¿No cree que puede ser interpretado como una actitud irresponsable en la actual coyuntura?
-El irresponsable es el que echa la gente a la calle y no es capaz de negociar. Se cargan de un plumazo lo que hemos conquistado a lo largo de decenas de años. A la gente no le gusta la huelga. ¿A quién le gusta enfrentarse en un piquete con un empresario? La confrontación no le gusta a nadie, pero es lo que está buscando el Gobierno del PP y los empresarios.
-Sostiene que las comunidades no son las culpables del déficit público. ¿Entonces hacia dónde miramos?
-Se ha buscado un chivo expiatorio.
-Pero ha habido autonomías que han gastado más de lo que tenían ¿O no es así?
-Hay comunidades que han derrochado, porque derrochar es hacer aeropuertos sin aviones o hacer planes urbanísticos en zonas fantasmas. Pero conviene recordar que son las autonomías las que dan cobertura a la sanidad, la educación y al empleo. Y eso no se puede recortar.
-¿Y se puede hacer más eficiente?
-La educación y la sanidad necesitan más recursos no más eficiencia. El problema es que quieren es deteriorarlas para que sea un gran nicho de negocio para las empresas privadas. Ya han empezado con el copago.
-¿Teme que ese sea el futuro?
-Quieren una sanidad pública residual.
Fuente: elcomercio.es
