Os dejo una opinión de Jaime Richart sobre el 15M porque es bueno escuchar y comprender todos los puntos de vista ya que cada vez encontramos más retractores del movimiento
Y no me gusta, no porque crea que están equivocados y yo estoy en lo cierto, sino porque la reforma del piso que quieren comprar implica aceptar que el piso les interesa porque está bien emplazado, tiene buenas vistas, es espacioso, es barato y tiene no sé cuántas ventajas más. El caso es que si se proponen reformarlo, adecentarlo, lavarlo y pintarlo es porque les gusta su estructura, su espaciosidad y su distribución: justo nada de lo que me gusta a mí. De igual manera, reformar este sistema equivale a decir que se tolera, que quiere mantenerse y apuntalarse.
Pero si cree el 15M que con unos lavados de cara y una "mejora" en la corrupción (en el caso de conseguirlo), la eficacia del sistema está asegurada, es una ingenuidad mayúscula después de la diversión de la acampada. No sé si es una estratagema y empiezan por ahí para luego exigir correcciones más profundas. Pero incluso en el caso de lograr las iniciales reclamaciones y exigencias, no estoy con el 15M. No creo en absoluto que ni aun alcanzando sus objetivos éste sea el mejor de los sistemas posibles… Será de entre ellos la mayoría de izquierdas, pero no son de los míos.
Y si he hablado del 15M cuando irrumpió en escena es para decir que debían limitar las reivindicaciones a la reforma de la Ley Electoral y al referendo monarquía-república. Porque pienso que dicha reforma electoral propiciaría la presencia de un amplio espectro del pensamiento comunista. Con él, en un cierto espacio de tiempo podríamos ir desplazando esa oprobiosa falta de conciencia universal que falta en todos los políticos y gobernantes españoles (como les falta a los del euro y a los del dólar), y sustituirla por la nuestra. Ya sé que no se gana Zamora en una hora, al menos sin revolución, pero ya es cansino soportar un modelo que tiene vías de agua por todas partes. Así es que laborar por una reforma de esta inmundicia es como afanarse en asear o adecentar un muladar.
Al Estado del Bienestar de todos los países le quedan cuatro telediarios. El Primer Mundo vive de la rapiña del Tercero y a su costa. Las materias primas se agotan, la explotación de niños y de adultos como si fueran esclavos no va a erradicarse, y no tener conciencia de que este estado de bienestar lo costean otros que están a miles de kilómetros de distancia, es carecer de conciencia social; ignorar adrede la patética realidad de un mundo en que la pobreza en lugar de amainar se recrudece justo por culpa de estos estados de bienestar es la prueba de su incompetencia moral.
Así es que no basta con reducir el número de los corruptos, ni con limitar el poder de los mercados financieros, ni con "mejorar" la democracia, que son los objetivos del 15M. El sistema en todas partes es indeseable. Y si en España está casi putrefacto, con descendientes del dictador enriquecidos, con una monarquía que huele, con un albacea (Fraga) que ha sido capaz de remontar desde la dictadura hasta las más altas cotas del poder en este país; con un montón de fascistas que copan los tres poderes. la banca, la Iglesia, el mundo empresarial…
¿Acaso cree el 15M que es posible adecentar lo que radicalmente (de raíz) es indecente? ¿acaso porque se decore primorosamente un prostíbulo dejará de ser un prostíbulo? ¿acaso creen los voluntariosos que integran el movimiento que la confianza, la creatividad, la capacidad emprendedora es posible potenciarlas en un mundo agotado de materias primas, de buenas intenciones y de ideas? ¿acaso piensan sinceramente que los puestos de trabajo surgirán para millones y millones por generación espontánea porque se haya "mejorado" esta democracia?
Si piensan así, que sigan. Pero no olviden que esta democracia está viciada de consentimiento popular, está manipulada o es falsa de raíz. Y, sobre todo, no olviden nunca que los detentadores del dinero y del poder no van a soltar la presa sin que se la arrebaten. Así es que no van a cambiar nada. Sólo el paso del tiempo y la erosión del desmedido gusto por el dinero y la figuración pueden hacer mella en el poder. Pero vendrán otros y seguirán haciendo lo mismo… Para poner a este país a la altura de las circunstancias (dejando a un lado la idea marxista a la que yo personalmente no renuncio) hay que esperar que transcurra más o menos el siglo que la dictadura nos ha hecho perder.