Aguardan al cierre de los supermercados para llenar su despensa sin gastarse un euro. La necesidad les obliga a buscar en los contenedores algo que echarse a la boca. Son inmigrantes, parados
y también muchos pensionistas. Esta práctica va a ser duramente sancionada. El Ayuntamiento de Madrid multará con hasta 750 euros a los que hurguen en la basura. También habrá sanción para aquellos que no respeten la vía pública… y para sus dueños, en el caso de los perros. Sólo el año pasado se recogieron en la capital dos toneladas de excrementos de animales. Pintar grafitis podría costar hasta 6000 euros, y dejar trastos viejos en la calle, hasta 750. La nueva normativa obliga, además, a reciclar en casa. El ayuntamiento inspeccionará las basuras y los que no lo hagan también serán multados.
