Contar con un abogado matrimonialista en Sevilla a la hora de llevar a cabo un divorcio debería ser imprescindible. En los casos en los que los matrimonios deciden poner punto y final a su vínculo legal debe de haber un profesional que guíe todo el proceso. Esta extinción debe de ser declarada o bien mediante resolución notarial o judicial.
En ambos casos será imprescindible que hayan pasado tres meses desde que tuvo lugar el matrimonio, excepto en casos en los que se acredite que hay un riesgo para la vida, integridad física o libertad de alguno de los dos miembros del matrimonio o para los hijos de ambos. En este caso únicamente no habrá que esperar ese periodo de tiempo.
La principal diferencia entre un divorcio mediante resolución judicial o notarial dependerá de si existen hijos menores de edad o con la capacidad modificada judicialmente, dado que en este último caso solo puede ser declarado mediante resolución judicial.
Divorcio notarial
En este tipo de divorcio habrá que tener en cuenta algunos puntos:
- Deberá de ser de mutuo acuerdo, firmando un Convenio Regulador donde se regulan las medidas acordadas por los cónyuges.
- No puede haber hijos menores de edad ni con capacidad modificada judicialmente.
- En el caso de los hijos mayores de edad o menores emancipados deben de presentar el consentimiento respecto a las medidas que les afecten por carecer de ingresos propios o convivir en el domicilio familiar.
- Es competencia del notario del último domicilio que la pareja tuviera en común el lugar de residencia habitual de cualquier de los dos cónyuges.
- El divorcio pone fin al régimen económico matrimonial y en el Convenio Regulador puede además realizarse la liquidación del régimen económico si existen bienes de común.
- Debe ser realizado con la asistencia de un abogado.
Será el notario quien valore si el Convenio es o no dañino para alguna de las partes, en este caso podrá denegar el divorcio y las partes tendrán que acudir al juzgado. En el caso de que sea aprobado, serán los cónyuges quien tendrán que ratificarlo, mostrando su voluntad para divorciarse de modo personal, y se remitirá al Registro Civil para la inscripción del divorcio.
Divorcio ante el Juzgado
Existen dos tipos de divorcio ante juzgado: el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso.
Divorcio de mutuo acuerdo
- Debe existir un acuerdo entre ambas partes recogido en el Convenio Regulador. En aquellos casos donde haya menores de edad, el Convenio debe aprobarse por el Ministerio Fiscal.
- En el caso de que existan hijos menores de edad, se deben establecer medidas que sean acordadas por los cónyuges como la patria potestad, guarda y custodia, régimen de visitas, pensión de alimentos y atribución del uso del domicilio familiar.
- Será competencia del Jugado de Primera Instancia del último domicilio común o del domicilio de cualquiera de los solicitantes.
- El Convenio Regulador de divorcio de mutuo acuerdo puede recoger las medidas patrimoniales entre los cónyuges y permite la liquidación del régimen económico patrimonial.
- Las partes pueden estar representadas por el mismo abogado matrimonialista en Sevilla.
Divorcio contencioso
- En este caso no existe un acuerdo entre las partes. Por lo que la parte demandante presenta una demanda al Juzgado frente a la otra, debiendo contestar el demandado a la demanda para que en su caso sea el Juez quien decida las medidas correspondientes en el proceso de divorcio.
- En el caso de que haya hijos menores de edad o menores de edad emancipados sin ingresos propios, el Juez fijará los alimentos que sean debidos.
- Es competencia del Jugado de Primera Instancia donde resida el matrimonio.
- La sentencia de divorcio provoca la disolución del matrimonio y la disolución del régimen económico matrimonio, pero no da lugar a su liquidación. Esto solo podrá realizarse de mutuo acuerdo o por un proceso contencioso aparte.
- Es necesario contar con un abogado o procurador.
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