España se prepara para adoptar más ajustes después de los comicios del domingo para aliviar los mercados y cumplir con las exigencias de Bruselas, pero los expertos advierten de que deberá moderar los recortes
y alentar el crecimiento, si no quiere seguir el camino de Grecia.
Todos los sondeos prevén la victoria del Partido Popular, de Mariano Rajoy en las elecciones legislativas del domingo. De confirmarse los pronósticos, Rajoy asumirá el mando en uno de los peores momentos de la crisis de la deuda, con la economía española lastrada por un desempleo récord del 21,52% (casi cinco millones de personas) y que tiene a la Unión Europea contra las cuerdas.
Los mercados agudizan la presión sobre España, imponiéndole un interés récord para financiarse, y la prima de riesgo española superó esta semana la línea roja de los 500 puntos. En estas circunstancias, la UE ya no confía en que Madrid cumpla con su objetivo de reducir el déficit al 6% del PIB en 2011.
Rajoy admitió que la "situación es muy difícil". A los europeos les aseguró que España cumplirá con sus compromisos y a los españoles les advirtió de que la crisis será larga y la salida muy dura. "Habrá que recortar en todo", salvo en las pensiones, aseguró sin demasiadas precisiones sobre sus planes para estimular una economía que no logra despegar -0,80% de crecimiento en 2011, según las previsiones del Banco de España- desde la crisis de 2008 y el estrepitoso estallido de la burbuja inmobiliaria.
Pero los economistas advierten contra demasiado rigor en los planes de austeridad. "El caso de Grecia e Italia demuestran que no hacen más que empeorar la situación", opinan Simon Tilford y Philip Whyte, del Centro de Reforma Europeo.
"Desde que estalló la crisis, la opinión de los países de Europa del Norte es la que prevaleció, presentándola como una fábula con una moraleja, que divide a sus protagonistas entre los que pecaron y aquellos que se mantuvieron en el buen camino", escriben.
"La manera de restaurar la confianza, es mostrar que los países pecaminosos se reforman y cumplen con las normas (…) pero esa postura está completamente equivocada", argumentan.
Según los expertos, más medidas de austeridad equivalen a la postre al 'default' de más países, más contagio y la probable desaparición del euro.
La crisis es sobre todo "el resultado de las asimetrías entre las economías que adoptaron el euro (…) y la falta de integración fiscal europea". Por eso, "los problemas no se resolverán sólo mediante reformas en los países del Mediterráneo. (…) Los mercados no sólo dudan de Grecia e Italia, pero de toda la" Unión Monetaria, sentenciaron.
Rajoy debe tener en mente además que gran parte de su probable triunfo se lo debe al descontento de los españoles contra el mandatario José Luis Rodríguez Zapatero, que debió imponer duras medidas de austeridad, hundiendo la popularidad de los socialistas.
Los economistas sostienen que España necesitará además de mucha ayuda de sus socios europeos y del Banco Central Europeo.
España puede desempeñar un papel clave en la salida de la crisis "si el resto de Europa la ayuda", opinaron José Ignacio Torreblanca y Mark Leonard, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "Para que los recortes presupuestarios y las reformas estructurales surtan efecto España necesita alivio financiero, eso implica un papel activo del BCE, que inyecte liquidez al sector privado e intervenga para calmar a los mercados" dicen.
La Comisión Europea destacó que "todas las instituciones europeas están ayudando activamente a España", pero también dijo que España debe ayudarse a sí misma. El jueves, el Banco Central Europeo (BCE) debió intervenir para aliviar las tensiones. Pero no fue suficiente.
Fuente: bebroker.es
