Los cadáveres son de reos de la cárcel de Abu Salim y habrían sido ejecutados hace 15 años tras una rebelión
TRÍPOLI, 26 de septiembre.– Investigadores del Consejo Nacional de Transición (CNT) en Libia encontraron ayer en la capital una fosa común con
alrededor de mil 270 cadáveres de víctimas de una masacre ocurrida hace más de 15 años.
Un portavoz citado por medios árabes aseguró que los muertos son antiguos presos de la cárcel de la seguridad del Estado de Abu Salim que fueron masacrados en junio de 1996 por fuerzas del régimen de Muammar Gadhafi, ya derrocado.
La masacre de Abu Salim fue una represalia del régimen de Gadhafi contra una rebelión en la prisión, que se había desatado ante las malas condiciones carcelarias.
La ejecución de los presos fue ordenada por el entonces jefe de los servicios secretos, Abdullah Senussi, quien al igual que Gadhafi y su hijo Saif al Islam se encuentra en paradero desconocido.
Los cadáveres de las víctimas de Abu Salim nunca fueron entregados a sus familiares, pero defensores de los derechos humanos suponían que habían sido enterrados en las inmediaciones de la cárcel.
Gadhafi violó a sus escoltas
A finales de junio, la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya presentó ya una causa formal contra Gadhafi, su hijo y Senussi por crímenes de lesa humanidad.
Ahora, según informó el diario The Sunday Times de Malta, una sicóloga de la ciudad libia de Bengasi acudirá de nuevo a los jueces de la CPI y solicitará que decrete órdenes de arresto contra el ex dictador y sus hijos por casos de violación.
Según la sicóloga Seham Sergewa, cinco mujeres que formaron parte de la guardia personal de Gadhafi declararán que fueron sistemáticamente violadas por éste y sus hijos. Sergewa asegura que en los relatos de las mujeres aparece un patrón común: primero eran violadas por Gadhafi, luego por sus hijos y por oficiales de alto rango.
La especialista pedirá a la Corte Penal Internacional que pida órdenes de detención contra Gadhafi, sus hijos y el ex primer ministro Al Baghdadi al Mahmoudi, actualmente preso.
La OTAN inicia bombardeo en Sirte
Los aviones caza de la OTAN bombardearon intensamente varios puntos de Sirte, ciudad natal de Muammar Gadhafi que aún se encuentra en parte bajo control de las fuerzas leales al destituido mandatario.
El blanco de los ataques de la OTAN son las posiciones gadhafistas y arsenales de armas y municiones, según fuentes del Consejo Nacional de Transición (CNT).
Poco antes de que empezaran los bombardeos, las brigadas de las fuerzas rebeldes, que se están acercando al centro de Sirte, pero aún no han podido entrar, llevaron a cabo una retirada táctica a fin de dejar espacio para la intervención de la OTAN.
Los ataques parecían particularmente precisos, las explosiones ensordecedoras y numerosas columnas de fuego se han elevado en el cielo de la ciudad.
Las fuerzas rebeldes rodean desde hace varios días Sirte y combates esporádicos los enfrentan a los gadhafistas que bloquean aún su avance.
Según fuentes de los insurrectos, al menos diez personas han muerto y más de 135 han resultado heridas en estos enfrentamientos en las últimas 24 horas.
Los insurgentes explican que su dificultad para avanzar se debe a los numerosos francotiradores apostados en los tejados y al uso de la artillería pesada por parte de los gadhafistas.
Estiman también que una entrada en fuerza en Sirte podría acarrear importantes pérdidas humanas, especialmente entre la población civil, una parte de la cual ha logrado escapar a ciudades vecinas.
Según testimonios de varios habitantes de la ciudad, en Sirte ha sido visto uno de los hijos de Gadhafi, Motassam. Los mismos testigos afirman que es él quien dirige a las tropas que resisten con ahínco a la rebeldes.
En tanto, en Ghadames, en la frontera con Argelia, ocho combatientes del nuevo régimen murieron en un ataque lanzado ayer por las fuerzas del derrocado líder, según un responsable local y testigos.
“Fuimos atacados de madrugada por partidarios de Gadhafi apoyados por tuaregs y mercenarios”, declaró Muhandes Sirajedin, adjunto del consejo local de Ghadames, a 600 kilómetros al sudoeste de Trípoli.
Un enfermero del hospital de Ghadames, Hasan al Mufed, confirmó que el establecimiento recibió ocho cadáveres y unos 50 heridos.
Callarán a Aisha Gadhafi
El ministro argelino de Asuntos Exteriores, Murad Medelci, calificó ayer de “inaceptables” las declaraciones efectuadas el sábado por Aisha, la hija del coronel Muammar Gadhafi, a la cadena de televisión siria Arrai.
Medelci, manifestó a la agencia de prensa oficial argelina (APS) desde Nueva York, donde se encuentra para asistir las sesiones de la Asamblea General de la ONU, que estaba “sorprendido” por las palabras de Aisha.
Aisha, refugiada en Argelia junto con varios miembros de su familia tras la caída del régimen de su padre, llamó, en una declaración telefónica difundida por Arrai, a sus compatriotas a sublevarse contra el Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de los rebeldes libios que han depuesto a Gadhafi, y calificó a sus miembros de “traidores”.
“Estén tranquilos, nuestro gran líder está bien, él lleva las armas y combate en todos los frentes”, arengó Aicha.
El responsable de la diplomacia argelina reaccionó diciendo: “no puedo más que expresar mi sorpresa ante tal declaración procedente de una persona que Argelia ha acogido con el resto de su familia por razones humanitarias y que transgrede sus deberes con el país” que le dio amparo.
Medelci precisó que esta “salida mediática es inaceptable” y que se tomarán decisiones para que “no se repitan este tipo de comportamientos”.
Aisha Gadhafi, su madre Safia, y dos hijos del depuesto líder, Aníbal y Mohamed, entraron en Argelia el pasado 29 de agosto, tras la caída de Trípoli en manos rebeldes y las autoridades argelinas decidieron recibirlos por “razones estrictamente humanitarias”.
Fuente excelsior.com.mx/
