Hay que ver cuánto hacen los pasillos por nosotros y qué poco se lo agradecemos. Porque si no existieran, ¡a ver cómo íbamos a ir de una habitación a otra! (En Star Trek se teletransportan, pero eso desgraciadamente aún no está inventado).
Por eso, si queremos agradecer al pasillo los servicios prestados, nada mejor que obsequiarles con una buena alfombra de pasillo. Tu pasillo se verá nuevo, más joven y lleno de vida.
Y si tu pasillo es especialmente oscuro, estrecho o se ve alicaído y apenado, razón de más para otorgarle una segunda juventud, que te servirá para hacer tu casa un poco más alegre y bonita.
Elegir la alfombra pasillera perfecta es muy sencillo. Basta con tener en cuenta unos pequeños detalles que te resumimos a continuación.
Que sea resistente
¡No te olvides que el pasillo es la zona de la casa que más se pisa! Mientras que en otros lugares de la casa podemos permitirnos el lujo de utilizar alfombras delicadas o poco trotonas, en el pasillo es distinto.
Necesitamos alfombras pasilleras que estén listas para el trato duro, que acepten el uso intensivo y que no se quejen de que las pisen constantemente.
E igualmente que tengan un mantenimiento fácil y que se limpien sin problemas, porque son las alfombras que más habrá que limpiar de toda la casa.
Que nos de color y alegría al pasillo
Una alfombra de pasillo que se precie debe aportar al pasillo más de lo que recibe. Porque tiene una misión: mejorar la decoración.
Debe iluminar y agrandar visualmente los pasillos estrechos y oscuros. Conseguir contrastes de color con el suelo que hagan que dada parte refuerce a la otra, de modo que el conjunto de las dos cosas (suelo más alfombra) sea mejor que la suma de las partes.
Que sea práctica
Esto significa que una alfombra pasillera debe ser fina, para evitar tropiezos (ya hemos dicho que es la que más se va a pisar de la casa).
Igualmente debe ser de material lavable y resistente. Por ejemplo, las alfombras de vinilo, poliamida, polipropileno o poliéster son todas ellas muy resistentes, fácilmente lavables y de grosor fino o muy fino.
Que tenga la medida adecuada
Una alfombra de pasillo con la medida incorrecta o inadecuada es un gran error. Pero elegir la medida correcta es muy sencillo.
Basta que tengamos en cuenta que la alfombra debe centrarse en el suelo, dejando algo a cada lado para que el suelo pueda verse y hacer contraste. Con 10/15 cm de cada lado puede ser suficiente.
Por ejemplo, un pasillo de 1 m podría ser: 15 cm suelo, 70 cm alfombra, otros 15 cm suelo.
Y no solo en los laterales: en los fondos también hay que dejar un espacio suficiente para que la alfombra no agobie y se vea suficiente suelo a cada lado para que la alfombra quede centrada y pueda cumplir su misión de definir y centrar los espacios.
Y si no la encuentras hecha, no dudes en encargar tu alfombra de pasillo a la medida exacta: son muy económicas y te evitan problemas.