Ese señor de al fotografía se llama Alan Billis, y a sus 61 años va a pasar a la posteridad en plano de igualdad con los antiguos faraones egipcios. Va a ser la primera persona desde hace 3.000 años en ser momificada.
Sufría de cáncer de pulmón y antes de fallecer leyó un anuncio que pedía voluntarios para someterse (después de haber fallecido) a un proceso de momificación y se preguntó “¿por qué no?”. Y aún hay más.
Billis falleció en enero, era taxista pero despúes de muerto se le ha a tratado como si fuese el mismísimo Tutankamón.
Idéntico tratamiento al que tuvo en el año 1.323 a.C. el cuerpo del famoso faraón ha sido el que se ha aplicado al cadáver de Billis en aras de la investigación científica. Se le extrajeron todos los órganos (excepto el corazón y el cerebro) guardándose en vasijas (los denominados vasos canopes) mientras que el cuerpo se vio inmerso en sal durante un mes para desecar el organismo.
Posteriormente se le cubrió con una mezcla de aceites, se le envolvió en tiras de lino y por último adquirió el aspecto de una momia respetable como Ra manda. Su piel tiene ahora una apariencia semejante al cuero aunque su viuda dice que aún guarda parecido con su difunto marido.
El cuerpo de Alan Billis, la Momia Moderna, permanecerá preservado durante siglos hasta que en el futuro alguien lo encuentre y se pregunte extrañado “¿reinaron faraones en la Inglaterra del S. XXI?”.
Fuente: gizmodo.es