La Comisión Europea propuso ayer a los 27 estados de la Unión Europea (UE) crear una tasa para gravar los transacciones financieras que permitiría recaudar unos 57.000 millones de euros anuales.
Según las primeras estimaciones, la propuesta pionera a nivel internacional, serviría para penalizar la especulación financiera y para obtener más recaudación con la que reducir la deuda y el déficit público.
Los Veintisiete han apuntalado al sector financiero con ayudas públicas y garantías por valor de 4,6 billones de euros desde el 2008, destacó el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso. «Es hora de que el sector financiero haga una contribución a la sociedad», señaló Barroso. «Es una cuestión de justicia», añadió tras recordar que el sector está sometido a menor tributación que las otras actividades.
ACTIVIDADES GRAVADAS
Acciones, bonos y productos derivados
La propuesta establece imponer una tasa del 0,1% sobre el valor de la compra y venta de acciones y títulos de deuda pública y del 0,01% en el caso de los productos financieros derivados o estructurados. La tasa se aplicará tanto a las operaciones realizadas a través de bolsa como a los acuerdos bilaterales fuera de mercado.
La tasa se aplicará a toda transacción en la que intervenga una entidad con presencia en la UE y deberá pagarla cualquier entidad financiera, desde los bancos a los fondos de inversión. El mayor impacto de la tasa será en la especulación realizada a través de sistemas de transacción automática que realizan multitud de elevadas transacciones diarias.
ACTIVIDADES EXENTAS
Créditos y otras operaciones normales
La tasa no se aplicará a las operaciones bancarias normales que realizan los particulares y las empresas, como créditos, hipotecas, seguros, pagos financieros y compra de divisas al contado. También quedará exenta de la tasa la emisión de acciones y obligaciones por parte de las empresas y organismos públicos, así como las transacciones del Banco Central Europeo (BCE) y de los bancos centrales nacionales.
OBSTÁCULOS
La norma requiere la unanimidad de los 27
El principal obstáculo a la aprobación de la tasa es que requiere la unanimidad de los 27 países de la UE. La tasa está respaldada por España, Alemania y Francia, entre otros, pero choca con la oposición de Gran Bretaña, que teme perjudique a los intereses de la city financiera londinense. Si no hay acuerdo a 27, podría aprobarse solo a nivel de la zona euro y entrar en vigor en el 2014.
Fuente elperiodico.com/
