En este artículo explicamos como hacer hidromiel, la mítica bebida alcohólica de los vikingos. Antes de explicar la receta, en el siguiente vídeo publicado en Youtube un usuario explica el proceso que ha seguido para producir su propia hidromiel.
PREPARACIÓN
Antes de empezar a explicar el proceso quisiera enfatizar la importancia de que todos los útiles que empleemos en el proceso de fabricación de la hidromiel deben desinfectarse previamente. La higiene es muy importante en el proceso, ya que si nuestro mosto se contamina con bacterias externas se puede estropear.
Básicamente se trata de crear un mosto mezclando agua con miel, al que posteriormente se le añade levadura, para que el mosto fermente y el azúcar que contiene se convierta en alcohol. Las proporciones a usar son las siguientes:
1,5 litros de agua
500 gramos de miel
1 gramo de levadura (importante que sea orgánica, no química)
Vertimos el agua en un recipiente y calentamos.
Añadimos la miel removiendo hasta que quede homogénea.
Calentamos hasta punto de ebullición y retiramos del fuego.
Si se ha formado espuma sobre el mosto la retiramos con ayuda de una espumadera.
Tapamos y esperamos a que se enfríe a temperatura ambiente 20-30º.
Vertimos nuestro mosto en el recipiente de fermentación y añadimos la levadura. Si la levadura viene en bloque podemos disolverla en un poco de agua antes de añadirla.
FERMENTACIÓN
El recipiente para la fermentación sera una botella o garrafa de plástico o preferiblemente cristal, cerrado mediante una válvula que permita salir el CO2 que se genera durante el proceso de fermentación pero que no deje entrar el aire exterior. Hay muchas opciones caseras para generar la válvula en cuestión, desde hacer una tapón de tela o algodón, un globo pinchado o bien una válvula creada con un trozo de tubo transparente incrustado en el tapón.
El proceso de fermentación durará unas 3 semanas. Cuando observemos que el proceso de fermentación ha parado y ya no se produce gas podremos pasar al siguiente paso.
CLARIFICACIÓN
Llegados a este punto la levadura habrá dejado de estar activa y se habrá depositado en el fondo. La clarificación natural consiste en cambiar la bebida a un contenedor definitivo con cuidado de no remover los posos del fondo. Para ello nos serviremos de un tubo de plástico y transvasaremos el líquido sirviéndonos de la gravedad como se puede apreciar en el vídeo. Si no tenemos ningún artilugio que nos permita iniciar este proceso, podemos succionar ligeramente por el extremo de destino para iniciar el descenso del líquido (al estilo de los ladrones de gasolina, cutre pero efectivo).
ENVASADO Y CONSERVACIÓN
Básicamente lo que obtenemos es un "vino" ligeramente gasificado. Para seleccionar el envase definitivo debemos tener en cuenta que deberá soportar la presión que la bebida pueda generar. Yo en su momento, como se puede apreciar en la fotografía, usé botellas de sidra, que están preparadas para soportar la presión y el paso del tiempo sin influir negativamente en el producto final.
Una vez trasvasada la bebida al recipiente definitivo la cerramos, y la metemos en el refrigerador, donde debería permanecer al menos un par de días. Con la bajada de temperatura del líquido conseguiremos frenar la actividad de las levaduras que pudieran quedar.
En lo que respecta a la conservación, se le daría el mismo tratamiento que un vino. Me habéis preguntado que cuanto aguanta en condiciones óptimas, y la verdad es que no lo sé porque no he "almacenado" hidromiel. En teoria puede aguantar mucho tiempo, pero yo me guiaría por el sentido común: si tiene un sabor desagradable, no te lo bebas.
Os animo a que compartáis vuestras experiencias. Nos pueden ser de provecho a todos.
¡Salud y suerte!
Fuente: conversor.blogspot.com.es
