Los buzos que exploraban el ovni en el fondo del mar Báltico dicen que: ‘el equipo deja de funcionar cuando se acercan a menos de 200metros’. Diver Stefan Hogerborn, parte del equipo de Ocean X, dijo que: “algunas de las cámaras del equipo y un teléfono satelital dejan de funcionar.
Cuando está directamente encima del objeto, y sólo vuelven a funcionar cuando se alejan”.
“Cualquier cosa eléctrica que hay como el teléfono satelital, dejan de funcionar cuando estaban por encima del objeto”.
“Cuando pasábamos los 200 metros de distancia se vuelven a encender, y cuando volvíamos sobre el objeto no funcionaban”.
Uno de los miembros del equipo, Dennis Asberg, dijo: “Yo estoy cien por ciento convencido y seguro de que hemos encontrado algo que es muy, muy, muy único”.
El objeto fue encontrado por primera vez en mayo del año pasado, pero debido a la falta de financiación y un mal momento, no pudieron mandar un equipo para investigar el contorno extraño, metálico, y al otro objeto similar en forma de disco a unos 200 metros de distancia.
El equipo encontró un rastro de 985 pies que describen: ‘como una pista o un camino cuesta abajo que se aplana en el fondo del mar con el objeto al final del mismo’.
Mientras el equipo de Ocean Explorer está comprensiblemente entusiasmado acerca del misterioso objeto, otros son un poco más escépticos y ponen en duda la exactitud de la tecnología’.
El equipo de Ocean X «se encontró con algo que nunca antes había experimentado», según explican en su web. Primero pensaron que se trataba solo de piedra o de un acantilado de roca, pero observaciones adicionales parecían demostrar que el objeto tenía forma de un gran hongo, erigiéndose o 3 ó 4 metros del fondo del mar, con los lados redondeados y los bordes rugosos. Sobre el objeto hay extrañas formas circulares de piedra, que casi tienen el aspecto de pequeñas chimeneas. Las piedras estaban cubiertas de algo parecido al hollín, según los buzos
«Durante mi carrera de 20 años de buceo, incluyendo 6.000 inmersiones, nunca he visto nada como esto. Normalmente, las piedras no se queman. No puedo explicar lo que vimos. Fuimos allí para obtener respuestas, pero me encontré con más preguntas», dice Stefan Hogeborn, uno de los buzos del Ocean Team X.
El objeto está junto a una especie de pista aplanada en el fondo del mar. «Primero pensamos que solo era de piedra, pero esto es otra cosa. Y puesto que no hay actividad volcánica en el mar Báltico, el hallazgo se convierte en algo aún más extraño. Como profanos solo podemos especular cómo la naturaleza ha podido hacer esto, pero es la cosa más extraña que he vivido como buzo profesional», dice Peter Lindberg.
Durante las próximas semanas los equipos de buceo continuarán con la investigación.
