Viajar en avión con un niño pequeño puede ser una experiencia intimidante para muchos padres. Entre el cambio de altitud, el ruido del motor y el entorno extraño, hay muchos factores que pueden hacer que un niño se sienta incómodo. Sin embargo, con una preparación adecuada y los consejos correctos, el vuelo puede convertirse en una agradable aventura para usted y su pequeño. En este artículo, le daremos consejos para hacer su viaje lo más tranquilo posible.

    Antes del vuelo: la preparación es la clave

    La preparación es esencial para asegurar un vuelo suave con un niño pequeño

    Haga su lista de verificación 

    Antes de partir, asegúrese de empacar todo lo que pueda necesitar para su hijo. Esto puede incluir juguetes, bocadillos, ropa de repuesto y artículos de tocador.

    • Juguetes para entretenerlos 
    • Bocadillos para mantenerlos satisfechos 
    • Ropa de repuesto para accidentes

    Elija los horarios de vuelo correctos 

    Si es posible, trate de elegir horarios de vuelo que coincidan con el ritmo de su hijo. Por ejemplo, un vuelo durante la hora de la siesta podría permitir que su hijo duerma durante gran parte del viaje.

    Durante el vuelo: ¿cómo mantener ocupado a su niño pequeño? 

    Durante el vuelo, su objetivo principal es mantener a su hijo tranquilo y ocupado.

    Traiga actividades entretenidas 

    Juguetes silenciosos con paw patrol, libros y tabletas con juegos o dibujos animados pueden ayudar a mantener a su hijo entretenido durante el vuelo.

    Planee bocadillos y bebidas

     Los bocadillos y las bebidas pueden ayudar a combatir el aburrimiento y a calmar los oídos durante el despegue y el aterrizaje. Asegúrese de traer alimentos que le gusten a su hijo y que no sean demasiado sucios.

    Después del vuelo: consejos para ayudar a su hijo a adaptarse 

    Después del vuelo, puede ser difícil para su hijo adaptarse a un nuevo entorno o a un cambio de horario.

    Sea flexible con la rutina de sueño 

    Intente ser flexible con la rutina de sueño de su hijo. Es posible que necesite más siestas o irse a dormir más temprano para adaptarse a un nuevo horario.

    Explore el nuevo entorno 

    Haga que su hijo descubra su nuevo entorno para ayudarlo a adaptarse. Esto podría incluir un paseo por el hotel o una visita a un parque local.

    Conclusión 

    Viajar en avión con un niño pequeño puede parecer una tarea ardua, pero con una buena preparación y una actitud flexible, es totalmente posible hacer que el viaje sea agradable. Recuerde, cada niño es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La clave es mantener la calma, estar preparado y ser adaptable a todas las situaciones. ¡Buen viaje!

    Share.
    Resumen de privacidad

    Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.