Cuando Billy llegó a la vida de Fraser todo cambió y su problema con el autismo se hizo más llevadero haciendo incluso que el niño saliera de su aislamiento. Billy pasó de ser un gato abandonado a ser adoptado y ayudar a un niño autista.
Billy fue abandonado por su antigua familia y fue rescatado gracias a una protectora de animales. Desde su primer encuentro con Fraser han sido inseparables y el minino ha ayudado a socializarse y a salir del aislamiento en el que se encuentra el niño.
El gato está en todo momento atento al niño, a la hora de acostarse, a la hora de jugar o para ofrecerle su patita en los momentos que necesita tranquilizarse. Es el primero en detectar que Fraser está frustrado y en calmarlo con un abrazo o un reconfortante ronroneo.
“Él siempre aparece cuando Fraser se está enfadando, le pone su cabeza cerca de Fraser para tranquilizarlo, recientemente el niño se encontraba mal y Billy se sentó en su regazo durante todo el día”.
“Dicen que los animales pueden sentir cosas, pero Billy parece saber mejor que nadie cuando Fraser se va a enfadar”. “Es como si Billy fuera el guardián de Fraser. Su relación es realmente especial”, explicaba la señora Boot, madre de Fraser.
A los 18 meses de edad Fraser fue diagnosticado con autismo. Desde el principio su familia se había dado cuenta de que algo no iba bien. Cosas de la vida cotidiana para el niño son todo un desafío.
“La simple caída de un interruptor puede llegar a ser muy molesto, el ver un personaje por televisión que no le guste o intentar sacarlo de la bañera cuando él no quiere por lo general acaba en una crisis”.
“Billy ha hecho completamente diferente nuestra vida familiar, le ha quitado tensión, ha añadido la felicidad y un aire de calma, que ha sido increíble”, explicaba su madre.
Fuente: ecoplanetaverde.com
