Los números no engañan, el cine en formato 3D en los últimos meses ha sufrido un descenso considerable en los ingresos que genera.
Una superproducción como ‘Piratas del Caribe: En mareas misteriosas’, que ha costado a Disney cerca de 400 millones de dólares, en su versión
3D ha recaudado en USA hasta la fecha unas cifras más modestas que las esperadas en su formato tridimensional, concretamente un 47% de los ingresos totales recaudados, cuando la media estaba en un porcentaje mucho mayor.
Cintas como ‘Alicia en el país de las maravillas’ de Tim Burton o ‘Avatar’ de James Cameron, consiguieron que el público se decantara por su versión en tres dimensiones, llegando domésticamente a unos porcentajes cercanos al 60% de sus ingresos totales.
La alarma la ha activado recientemente ‘Kung Fu Panda 2’, uno de los largometrajes estrella del año a las puertas de la temporada estival: su filme 3D sólo ha recaudado en EE.UU. un 45% de la recaudación total, bastante menos de lo previsto.
¿Será éste el fin del 3D?, ¿su estrategia debería ser replanteada por completo?.
Los analistas financieros en la materia fundamentan esa tendencia a la baja en USA en dos motivos: 1) los altos precios de la entrada para este formato, y 2) que la novedad y curiosidad por ponerse las gafas ya ha desaparecido para el público yanqui.
Yo añadiría también a esto último la incomodidad de esas gafas y la pérdida de luminosidad en las películas.
Aunque el problema lo ven más profundo: el 3D ha proporcionado un enorme impulso a largometrajes como los citados ‘Avatar’ y ‘Alicia en el País de las Maravillas’, pero ha socavado la rentabilidad de filmes mediocres que están tratando de exprimir el formato para conseguir unos dólares adicionales.
Esa creo que es la causa más notable del descenso, se está abusando de este tipo de tecnología para intentar rentabilizar mucho más los productos cinematográficos que el público requiere.
Después de una media decepcionante primera parte del año en cuestión de taquilla, Hollywood está deseando que llegue la temporada de verano para ver si el panorama mejora, contando este año con 16 filmes más en 3D que en 2010 en este periodo. La esperanza la han puesto en ‘Transformers: El Lado Oscuro de la Luna’ y en ‘Harry Potter y las Reliquias de la Muerte – Parte 2′.
Curiosamente la evolución recaudatoria de las versiones tridimensionales de las películas de Hollywood fuera de EE.UU. es radicalmente opuesta a la doméstica, ya que internacionalmente el 3D es todavía un fenómeno más reciente.
Un ejemplo de esa rentabilidad extranjera es precisamente la última entrega de la franquicia de Piratas del Caribe, cuyas proyecciones en 3D obtuvieron fuera de las fronteras norteamericanas unos 256 millones de dólares en su primer fin de semana de exhibición.
En fin, habrá que seguir de cerca esa tendencia a la baja del cine en tres dimensiones en USA, para comprobar si finalmente también pincha mundialmente el referido fenómeno.
La clave creo que está en que el formato se adapte a productos en donde tenga cierta relevancia y en donde su utilización añada un plus a las producciones cinematográficas, para que el espectador no se vea engañado.
Fuente tublogdecine.es/
