Cuando el dueño de la casa oyó un maullido desesperado que venia de su cobertizo, se sorprendió al descubrir que era la llamada de un pequeño gatito callejero que había quedado atrapado en el interior de una llanta de coche.
Llamo inmediatamente a la protestora de animles, quienes se dieron cuenta de que el gatito de diez semanas de edad, no podía sacar la cabeza por uno de los agujeros del interior de la rueda.
Lo llevaron a Birmingham Animal Hospital, donde después de una hora, finalmente consiguiron liberar al gatito.
"Lo hice en un momento pensé que iba a tener que cojer la rueda y llevrsela a los servicios de bomberos para que rompieran la aleación y poder liberarlo, por lo que fue un gran alivio cuando lo liberamos con éxito.
A pesar de estar muy asustada el gato estaba silbando y escupiendo a su rescatador, porque ella es una gatita salvaje y no se había estado nunca antes con personas.
