Una mujer que encontró a un gatito atropellado y abandonado en la calle pero, no se quedó de brazos cruzados sino todo lo contrario. Rescató al ahora bautizado “Mog” y lo llevó a un veterinario donde le dieron la mala noticia de que el felino nunca mas podría utilizar sus patas delanteras.
Una de las grandes cualidades de esta mujer es su perseverancia.
No conforme con el diagnóstico, esta mujer decidió ir a ver a un especialista en kinesiología animal quien le dió un panorama muchísimo mas alentador comentándole que bajo un tratamiento adecuado, Mog volvería a recuperar el uso de sus manitos (las patas delanteras). Tratamiento poco ortodoxo (para un gato) recibe Mog ya que aprendió a nadar.
La hidroterapia, asegura la kinesióloga, le permitirá a Mog ejercitar sus músculos y con algo de paciencia, podrá hacer uso de sus extremidades delanteras sin mayores problemas y recuperarse de la parálisis que lo afecta.
