Un gato que demostró su experiencia olfateando a los contrabandistas de pescado en el sur de Rusia podría ser homenajeado con una placa conmemorativa tras morir cumpliendo con su deber, dijo el lunes uno de sus ex dueños.
El gato Rusik fue empleado para atrapar pesca ilegal cobrada en el Mar Caspio, sobre todo esturiones, que producen el caviar y están en peligro de extinción.
Pero su carrera terminó trágicamente cuando, después de asegurarse de que un autobús estaba libre de mariscos transportados ilegalmente, saltó a tierra y fue atropellado por un coche.
"Podríamos erigir una placa en su honor, es muy pronto para decir", comentó un policía de tránsito a Reuters por teléfono, desde la región de Stavropol, donde trabajaba Rusik.
La prensa rusa expuso la sospecha de que el incorruptible héroe felino hubiese sido blanco de un "asesino contratado", en venganza por develar una red de contrabandistas. Pero el policía, quien rehusó ser identificado, negó las versiones.
"El (gato) sólo saltó del autobús y fue atropellado por un coche. Fue un accidente", afirmó.
El contrabandeo de pescado desde el Mar Caspio se ha disparado desde la caída de la Unión Soviética, mientras los servicios policíales están ansiosos por fondos para mejorar la vigilancia en momentos de contracción económica.
